La mediación es un modelo de solución de conflictos que, mediante la intervención de un “tercero”, neutral e imparcial, ayuda a dos o más personas a comprender el origen de sus diferencias, a conocer las causas y consecuencias del conflicto, a confrontar sus visiones y a encontrar soluciones para resolver los problemas.
Las principales características de un proceso de mediación son:
- Neutral e Imparcial: El mediador no impone criterios propios.
- Voluntaria: Las personas interesadas son quienes inician o interrumpen el proceso.
- Confidencial: Es un deber del mediador guardar confidencialidad salvo que se haya producido un hecho constitutivo de falta o delito.
- Flexible: Se adapta a las características y necesidades particulares de los participantes.
- Autodeterminación: Son las propias partes quienes suscriben acuerdos creados por ellas mismas.